viernes, 26 de diciembre de 2008

Vuelvo de NY y acaba 2008...

El último post que publiqué fue relativo a la campaña electoral de EEUU, por eso quizá no sea mala idea comenzar hablando de ellas ahora que acabo de volver de allí. Finalmente, como apuntaban casi todas las previsiones y como medio mundo y toda Europa anhelaba ganó Obama. El Yes, we can se impuso y con ello ganaron la esperanza y la ilusión de muchos norteamericanos y sobre todo la participación electoral de quienes hasta ahora no se habían sentido representados por ninguno de los candidatos a la Casa Blanca. ¿conseguirá Obama acabar con las enormes desigualdades que viven los estadounidenses?, ¿logrará hacer olvidar el rechazo y las antipatías que la política Bush ha sembrado durante los últimos ocho años?, ¿ encontrará la fórmula para poner restricciones al capitalismo salvaje que ha arrastrado al mundo a una crisis generalizada?. Lo cierto, es que parece complicado que el presidente electo consiga en tan sólo cuatro años reorientar una política viciada y alimentada durante décadas por un liberalismo salvaje y un mercado donde impera la rentabilidad. Aún así y pese a las dificultades y resistencias que el presidente electo encontrará en el camino por parte de la oligarquía económica estadounidense y mundial, resulta sorprendente el grado de implicación que la candidatura de Obama ha logrado entre los americanos, así como la confianza e ilusión que todavía un mes después se aprecia entre los ciudadanos. Camisetas y chapas con la fotografía del primer presidente negro de los USA, carteles en tiendas y calles recordando el 4-N, canales de televisión, periódicos y revistas donde la presencia de Obama es continua y no sólo en lo relativo a la formación de su equipo de gobierno si no también a otros aspectos de su vida, su familia y su entorno que en estos últimos meses lo han catapultado como un icono social y político en el que se vierten las expectativas y esperanza de cambio de la mayor parte de los estadounidenses.
Por su parte, los gobiernos europeos aún disimulando el bochorno por la estafa del último tipo listo de Wall Street, siguen haciéndole la ola al nuevo presidente de los EEUU mientras intentan poner tiritas a la herida sangrante de la crisis internacional, que se ve reflejada cada día en las cifras de desempleo y de índices de pobreza. En España crisis y terrorismo están a la orden del día, 607 presos de ETA detenidos en lo que va de año, conflictos en cuanto a la aplicación de la Ley de Partidos, mientras, otro tipo de terrorismo, el doméstico, el que crece en el mismo seno del hogar deja 67 mujeres asesinadas y sin embargo con menos importancia en la agenda política de los partidos.
Financiación de autonomías, el fantasma de los vuelos a Guantánamo, un Consejo General del Poder Judicial corporativista y rancio que nadie se atreve a limpiar y un estado que no se sonroja de obviar, para contentar al pueblo, de la separación de los tres poderes. La Iglesia continúa con su discurso pasado cada día más alejada de sus fieles, la Memoria Histórica que algunos pretenden silenciar y olvidar, la monarquía y sus actores puesta en entredicho por ciertos sectores de la sociedad y ensalzada hasta el papanatismo pelotero por otros tantos. Hay cosas que no cambian.
Y Papá Noel que se olvidó de traernos la liberación de dos compañero secuestrados desde hace un mes en Somalia, habrá que esperar a los Reyes Magos.

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