martes, 21 de diciembre de 2010

No hay rival pequeño

Recupero este corto de animación de Futurikon. Por algo dicen que "la unión hace la fuerza". Recomiendo no verlo hasta que no tengáis activado el sonido, jeje. Disfrutad.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Aminatu Haidar


La difícil situación en la que se encuentra la activista saharaui Aminatu Haidar me crea conflictos. Siempre he estado a favor de la causa saharaui y claro está de la defensa de los derechos humanos. Además, siempre he creído que dedicar la propia vida a una causa justa es algo loable y digno de admiración, pero entregar la muerte a una causa, la verdad no me lo parece tanto. Otra cosa es que en la lucha la muerte sobrevenga, pero no que la muerte sea el instrumento y el objetivo en sí mismo. Y aquí es donde surge el problema, porque según he podido leer y escuchar en las decenas de opiniones sobre este tema, si me muestro en contra de la huelga de hambre de Aminatu, o mejor dicho de que las autoridades españolas la dejen morir en un lugar público, porque ella así lo desee si no obtiene sus reivindicaciones, resulta que es que no tengo ni idea del sufrimiento de los saharauis ni del valor y la dignidad que supone la decisión de Haidar. Si por el contrario me muestro a favor, sentiría que estoy utilizando una vida ajena para mi conveniencia, apoyando que alguien muera por una reivindicación. Porque no nos engañemos quien está arriesgando su vida es Haidar, ni uno más de los que defienden y alaban su huelga de hambre.
Vaya por delante que estoy absolutamente en contra del gobierno de Marruecos, independientemente de que coopere con España y la Unión Europea en materia de inmigración y en la lucha contra el integrismo islamista. También lo estoy de China, Cuba, Corea del Norte, Arabia Saudí y de Mugabe entre otros.
Aún así, la situación a la que se ha llegado me parece una locura, si bien la reivindicación de Haidar me parece perfectamente legítima y nadie mejor que ella que ha vivido la represión y las torturas de Marruecos, para hacernos entender la causa saharaui, no comprendo el modo en que se está desarrollando, hoy incluso algunos medios publicaban una carta de los hijos, ambos menores de edad, dirigidas a las autoridades para que ayuden a su madre. El amarillismo empieza a abrirse hueco.
El hecho es que Aminatu sólo acepta un tipo de acuerdo, que pasa porque su pasaporte confiscado por Marruecos, le sea devuelto para poder regresar a su casa y ha rechazado una a una las posibles soluciones ofrecidas desde exteriores. Marruecos se niega y le importa bastante poco que esta señora muera o no. España se ha metido en un berenjenal importante, pero de ahí a que Haidar culpe a España de llevarla hacia la muerte hay un camino largo. La decisión de morir o no, sólo le corresponde a ella, y llegado el caso opino que las autoridades españolas no pueden permitir que alguien se deje morir así . Entiendo y defiendo que uno tiene derecho a decidir sobre su propia vida, pero esto creo yo, pertenece al ámbito privado, es decir, si una persona decide en plenas facultades dejarse morir en su casa o en un hospital, las autoridades no deberían impedirlo, pero Haidar se encuentra en lugar público bajo la responsabilidad de España.
Nadie discute que como país tenemos una responsabilidad histórica con el Sahara, igual que la tienen Naciones Unidas y Europa, pero también la tenemos con los derechos humanos. Si la relación con Marruecos ha de tensarse debería ser para exigir la instauración de una democracia en todo su territorio, no sólo para apoyar la autodeterminación del pueblo saharaui, sino con un verdadero compromiso con la libertad.
Mientras, asistimos a reivindicaciones por parte de diversos colectivos que en su apoyo a Haidar, exigen llevar la presión a Marruecos hasta donde haga falta como si generar un conflicto grave entre España y Marruecos fuera algo sin importancia. Con esto no estoy diciendo que los intereses entre países estén por encima de la vida de las personas, pero no hay que olvidar que en política internacional las decisiones no son inocentes y me niego a creer que no haya posibilidades alternativas.
Si nadie cede, el pueblo saharaui puede perder una importante activista y una familia a su madre. La actualidad sin embargo, es cruel, en unos meses nadie se acordará de Haidar y los que apoyan su huelga de hambre y no admiten la posibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdo, mientras despotrican contra el juez y contra las autoridades españolas, volverán a sus vidas, comidas incluidas.

jueves, 3 de diciembre de 2009

En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.
Fuente: Microsiervos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El poder de los medios

Hace unos días la noticia saltaba a los medios: Un joven era acusado de maltratar y abusar sexualmente de la hija de su compañera sentimental. La pequeña, de apenas cuatro años, finalmente fallecería a consecuencia de las lesiones.
Desde la detención y hasta un par de días después del fallecimiento de la menor, la sociedad española al completo se mostró conmocionada tras conocer el informe médico que recogía los posibles abusos físicos y sexuales que podía haber padecido la niña por parte de su cuidador. La prensa participó de esta conmoción, los medios difundieron imágenes de la detención y traslado del acusado y toda España pudo poner nombre y apellidos al autor de un crimen tan atroz.
Sin embargo, los resultados de la autopsia demostraron que los supuestos abusos no eran tales, y que la menor había muerto debido a graves lesiones internas producidas tras una fuerte caída unos días antes. Es decir, que el presunto acusado de su muerte, era inocente, y que además era uno de sus cuidadores habituales y había sido él mismo quien tras la caída había llevado varios días antes a la pequeña al hospital para asegurarse de que se encontraba bien.
Ahora, cuando la vida de familiares y del propio joven se encuentra destrozada, tanto por la muerte de la pequeña, como por el sufrimiento extra al que entre todos los hemos sometido, resulta sencillo echarse la culpa unos a otros; que si los servicios sanitarios están saturados y de ahí la incapacidad de los médicos, que si los medios han hecho un juicio paralelo y se han pasado la presunción de inocencia por donde han querido, o incluso según unas declaraciones hechas hoy mismo por el joven, como tras la muerte de la menor fue amenazado por los propios policías que lo tenían detenido.
Nadie en su sano juicio creerá que un médico envía a casa a un niño, sospechando que pueda tener una lesión grave tras una caída. La inmensa mayoría de las consultas a las que se acude por hechos parecidos no tienen un desenlace fatal y el golpe se queda en nada. De igual modo que no cabe en la cabeza que un facultativo vaya a acusar de algo tan grave así sin más. Lo que sí está claro es que la sociedad al completo y en especial los medios de comunicación, hemos hecho caso omiso a un derecho fundamental como es el la presunción de inocencia, juzgando y vilipendiando a una persona antes de ser formalmente acusada y condenada por un juez. E incluso después, cuando el informe forense ha puesto de manifiesto su inocencia, los medios para dar cuenta de ello y retractarse del error cometido han seguido difundiendo las imágenes del chico esposado y detenido. Nadie ha debido pararse a considerar la posibilidad de que continuar emitiendo las imágenes del joven, así como mencionar una y otra vez su nombre, pueda contribuir a su estigmatización social, y a dificultarle aún más la posibilidad de volver a una vida normal.
El derecho a la información es un derecho fundamental, pero éste no puede ir en contra de otros derechos inherentes a la persona, como el derecho al honor, o a la propia imagen. Es muy complejo establecer unos límites a la hora de informar, cuándo y cuándo no la difusión de imágenes o de la identidad de los protagonistas de una noticia tiene interés periodístico y cuándo sólo sirven para alimentar el morbo, pero situaciones como ésta demuestran que algo hay que hacer, ya que el inmenso poder de los medios no sólo sirve para encumbrar y publicitar a ídolos de masas, también puede ser una eficaz herramienta para arruinar la vida de una persona. No sería la primera vez que sucede.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

25N DIA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

La violencia contra la mujer no es una cuestión doméstica, es una cuestión de género. No es la manifestación de una violencia individual ejercida en el ámbito familiar, sino un tipo de violencia que tiene su origen en los valores asumidos por una sociedad patriarcal que discrimina a la mujer. Sin embargo, cada vez que se reivindica el fin de la violencia de género, surgen voces oportunistas que reclaman apelando a los hombres que según ellos son maltratados en sus hogares ya sea por mujeres o por sus compañeros hombres y que no están bajo la protección de la ley Integral contra la violencia de género.
La violencia doméstica (física, sexual o psicológica) es aquella que pone en peligro la seguridad o bienestar de cualquiera de los miembros de la familia, incluyendo el maltrato infantil. Este tipo de violencia se recoge en el código penal y es aplicable a casos de maltrato de hombre a hombre, mujer a hombre y de mujer a mujer.
La violencia de género fue definida en la IV Conferencia Mundial de las Mujeres celebradas en Beijing en 1995 como la manifestación de las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres, que ha conducido a la dominación masculina, a la discriminación y a impedir el pleno desarrollo de la mujer. Se produce en mayor o menor medida en todas las sociedades y no existe distinción en cuanto a nivel de ingresos, clase y cultura. El ámbito familiar por ser el lugar donde se desarrollan los roles de género aprendidos a través de la cultura, propicia que se den estas relaciones de poder.
La violencia de género es por tanto, consecuencia de una sociedad patriarcal donde la mujer se encuentra en una posición subordinada respecto al hombre. Esta confusión entre términos se utiliza en ocasiones por desconocimiento y en otras representa la resistencia social y de grupos tradicionalistas a reconocer que el maltrato hacia las mujeres no es como cualquier otro tipo de violencia, sino el reflejo de un sistema de valores que discrimina a las mujeres.
Por eso, para hablar de violencia de género y sobre todo para luchar en su erradicación es fundamental hablar de igualdad y desigualdad. La violencia de género en todas sus manifestaciones (malos tratos, explotación sexual, violación como arma de guerra, tráfico de mujeres, ablación, etc…) es resultado de la situación de desigualdad entre géneros que la cultura, la religión y la lengua se han encargado de perpetuar.
Lograr la igualdad exige un esfuerzo a todos los niveles. Por parte de las instituciones para favorecer la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, y la representatividad y visibilidad de las mujeres en los puestos de poder y de dirección de la sociedad. Pero también exige un importante esfuerzo educativo. Sólo educando en igualdad se conseguirá un cambio en los roles de género tradicionales. Educación en las escuelas, pero también entre los adultos, concienciando para la igualdad, para no repetir y reproducir los errores interiorizados y conseguir una sociedad donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, donde el reparto de tareas sea un hecho real, donde la conciliación no sea un tema dirigido principalmente a mujeres porque se asume que el cuidado de los hijos y/o personas dependientes recae sobre ellas y donde el hecho de ser mujer no sea un factor que predisponga a tener una peor calidad de vida y a sufrir cierto tipo de delitos y vejaciones sólo por el hecho de serlo.

viernes, 14 de agosto de 2009

Espacio cero para la violencia

El juez Garzón ha prohibido y declarado ilegales tres manifestaciones de apoyo a presos de ETA convocados en San Sebastián con motivo de las fiestas de Aste Nagusia, ya que considera que con ellos se trata de enaltecer a la banda terrorista.
Ya el pasado sábado prohibió la celebración de otra manifestación por el mismo motivo. Sin embargo, varias asociaciones de familiares de presos de ETA, ETA Etxerat y el Movimiento pro Amnistía, han anunciado hoy que mantienen sus convocatorias, según dicen en “defensa de los derechos de los reclusos” de la organización terrorista. Además, han acusado al gobierno vasco de ejercer la represión al retirar las fotografías de los presos de bares y calles, y la propia Etxerat no ha dudado en desafiar dicha prohibición declarando que: “este verano vamos a llenar Euskal Herría con las fotos de los 740 presos”.
No alcanzo a comprender la impunidad con la que hasta ahora ha podido actuar la izquierda abertzale más radical en el País Vasco. Me refiero a los defensores de ETA y a aquellos que piden la amnistía para los que según ellos son “presos políticos”. No sé de ningún pueblo o ciudad en España donde se cuelguen carteles de pederastas, maltratadores o violadores en los bares y balcones. Para empezar, resultaría a parte de ridículo, horriblemente obsceno y cruel para con las víctimas de esos delincuentes y para toda la sociedad.
Tampoco imagino a los familiares de un violador o de un señor que se ha pasado la vida dando palizas a su mujer hasta matarla, formando una asociación en defensa de los derechos de su familiar. Supongo que la vergüenza y el sentido común es lo que impide tamaña estupidez.
Esto no sucede entre cierta parte de la izquierda abertzale, donde parece que el hecho de tener un hijo, hermano o amiguete que se dedicaba a extorsionar, acosar y finalmente a dejar a alguna familia sin padre o madre, es motivo de celebración y requiere la exaltación de la imagen del asesino en cuestión. Y por si esto fuera poco, intentar impedirlo resulta un acto de represión política y atenta contra la libertad. Porque si se asesina a golpe de bomba lapa y gritando por la independencia de Euskadi, uno no es un asesino sino un paria del estado represor. Ahora bien, si las fuerzas represoras del Estado te envían a la cárcel, ese paria pasa a convertirse en una víctima de la lucha política digno de loa.
Es cierto, que aún hoy el mundo abertzale proetarra cuenta gracias a su violencia con bastante poder para atemorizar y silenciar al resto de vascos. Sin embargo, la chulería de “vamos a empapelar Euskal Herria con fotos” me deja alucinada. ¿acaso Euskadi es propiedad sólo de la izquierda abertzale y pueden campar y hacer lo que quieran?,¿No hay más vascos a los que tener en cuenta?, ¿No está esta mayoría de vascos representados por un Parlamento donde se rechaza la violencia de manera explícita?,¿por qué una mayoría tiene que tolerar los desmanes de unos cuantos?. Ya está bien, esperemos que la prohibición del juez Garzón sea el primer paso para la consecución de una nueva escenario social y político donde los violentos no tengan representación sólo por el poder que aporta el miedo. Lo mismo claro, para todos aquellos partidos políticos y asociaciones que se dedican a difundir y promover el odio. La prohibición ya de las manifestaciones que encabezan cada año partidos neofascistas como Democracia Nacional o España 2000. Que el fascismo en todas sus vertientes no tenga espacio en una Democracia, que los violentos y el odio no tenga sitio en la calle.

viernes, 20 de marzo de 2009

La Ola

«Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho» Comienzo este nuevo post con una frase de W. Lippman que incita a la reflexión.
Hace un par de días vi la película La Ola, una producción alemana que confieso que me dejó sin palabras. Trata de un profesor de instituto al que se le ocurre explicar a su clase los regimenes totalitarios utilizando para ello un experimento práctico con los propios alumnos. Instauran así entre todos, un régimen de disciplina, autoridad, control y sentimiento de grupo que poco a poco va a más, convirtiéndose en todo un movimiento social: La Ola, regido por una serie de normas e intolerante con quien no acepta sumarse a él. La historia está realmente bien contada, a lo largo de ella el espectador es testigo de cómo unos chabales que en principio aseguraban la imposibilidad de la vuelta a regímenes dictatoriales en las sociedades democráticas y que tienen claro qué factores y sentimientos favorecen la aparición de pensamientos de tinte fascista, comienzan a reconocerse y encontrar su sitio en un movimiento que les aporta seguridad, uniformidad y que les garantiza el apoyo incondicional del resto de miembros.
En más de una ocasión me he hecho la misma pregunta: ¿sería posible la instauración de nuevos gobiernos fascistas por toda Europa? En Suiza e Italia esto ya ha sucedido en Suiza o Italia. En Francia Jean Marie Le Penn y el Frente Nacional, tienen un amplio suelo de votantes que va en aumento, sin olvidar que hasta hace unos años en el Parlamento Europeo había un grupo a la derecha de la ya extrema derecha que utilizaba el dinero de los europeos para promover la xenofobia y el fascismo.
El pasado lunes se publicó un estudio europeo que recogía las opiniones de los europeos en materia de inmigración. Los resultados fueron cuando menos alarmantes. A la pregunta: ¿cree usted que habría que expulsar del país a los extranjeros que viven en situación legal, pero que como consecuencia de la actual crisis económical se encuentran desempleados?, el 60% de los españoles e italianos encuestados dijo que sí, en el caso de Francia sólo apoyaban esta medida el 50% de los participantes, mientras que en Reino Unido era un 70% el que aprobaba la expulsión de los inmigrantes en situación regular.
Da que pensar, ver que los europeos no hemos aprendido nada de nuestros errores, y ahora que vienen malas a nivel económico, en lugar de exigir a las autoridades medidas para aumentar la cantidad y calidad de los recursos sociales, y la toma de las decisiones oportunas para construir un sistema económico más justo, descargamos nuestra frustración e impotencia contra aquellos que están en situación más débil, utilizándolos como chivo expiatorio y cargando sobre ellos la responsabilidad del fracaso del orden social y económico.
Evidentemente, el ciudadano de a pié no se reconoce en los regímenes fascistas que dirigieron Europa hace setenta años responsables de la represión y muerte de muchos hombres y mujeres, sin embargo, se deja seducir por el mismo argumento simplista de los nuevos líderes fascistas que señalan al extranjero como el responsable de sus problemas aprovechando así la mala situación económica para captar adeptos a sus intereses. Asusta pensar en el regreso a una Europa de pensamiento único donde sus ciudadanos se encuentren más cómodos entre el control y la disciplina que en la libertad y la solidaridad. Fueron muchos los que pagaron con su vida la defensa de la libertad, pero en los malos momentos todo se olvida y vemos entonces que en realidad no ha cambiado nada tantos años después. El miedo y el prejuicio siguen siendo las mejores armas para convencer a las masas.