martes, 8 de enero de 2008

Y comenzó 2008

Pues sí, cambio de año y nuevas cosas de las que hablar: el fenómeno Obama, el caso Guateque, la Eurocopa, el amor, y como no: ¡las elecciones!.. ¿he dicho nuevas?
Sé que he estado floja durante las Navidades, cogí vacaciones y vacaciones me tomé. Pido perdón por ello a mis lectores, que son pocos, mal avenidos e infieles, pero qué menos que una anfitriona conciliadora.
Y sí, amenazo con escribir sobre el amor. Sé que hay algún participante que odia mi lado político y añora mis historias y disertaciones. Prometo no defraudarlo.
Sin más, voy calentando motores.
Feliz 2008!, asegurate de hacer felices a los demás, tu felicidad vendrá entonces sola.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo primero feliz año, aunque visto como están las cosas y como tienen pinta de ponerse.... nos e yo si va a ser muuu feliz.

Decir que no sólo hay elecciones en nuestro querido y maravilloso país, sino que se acercan las del país más influyente del mundo, por el momento. Si hablo de Estados Unidos; quiero decir que estoy contento pues como todos estamos viendo, va a suceder algo realmente importante: primero porque van a ganar los demócratas, eso espero y eso suele suceder normalmente despues de dos mandatos de los repúblicanos, pero lo más importante es que puede gobernar una mujer o algo más raro en ese país un hombre de color.

Con esto se me pasa por la cabeza una pregunta: ¿es posible que por fin esté cambiando el mundo?. Espero que la respuesta sea SI y que no falle en mis pronosticos.

Otro día hablaremos de las elecciones a nuestro fabuloso país, que seguro que hablarás de ellas y ya estaré yo para replicarte.

Hasta luego....

marita dijo...

Y no sólo que sea negro, si no que habla de retirar las tropas americanas de Irak y tampoco apoya la causa israelí, lo que podría llevarnos a que por fín Israel tuviera que empezar a trabajar por la paz.
Sin embargo, no tengo claro que USA esté dispuesta a que gobierne un negro demócrata, no nos emocionemos antes de tiempo, que los ultraconservadores nos pueden arrebatar la esperanza de cambio.