martes, 18 de septiembre de 2007

Asfalto & Muerte...no en este orden

Reconozco que este tema puede conmigo. Ayer me levanté con la noticia de que durante la noche habían muerto tres victimas más de la carretera. Bueno, de la carretera por decir algo, porque el accidente se produjo por el choque frontal del vehículo en el que viajaban con un turismo que circulaba en sentido contrario. Sí, circulaba en sentido contrario. No se sabe si a consecuencia de un "despiste" o bien porque el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol o las drogas. Además, en la noche del sábado en Gijón la policía detuvo a un hombre que conducía sin carnet y que superaba cuatro veces la tasa de alcoholemia, y por si esto fuera poco, iba acompañado de su mujer y dos menores. Me quedo muerta leyendo ciertas cosas…
Una se plantea mil veces cómo pueden pasar estas cosas, cómo la gente puede llegar a reunir tal nivel de imprudencia en un sólo cerebro, cómo se puede ir uno a dormir tranquilo sabiendo que pone en peligro no sólo su vida, que por descontado damos que no debe valorar, si no la de los demás. Porque lo malo que tiene esto de los accidentes de tráfico es que uno puede poner de su parte para ser prudente, respetuoso con las normas de tráfico, tranquilo en la conducción, y sin embargo, no todo depende de tí, porque puedes cruzarte con un individuo de estos y se acabó.
Cuando el director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, hace declaraciones avisando y alertando de las cifras de muertos, de las precauciones a tomar o de las medidas que la DGT va a llevar a cabo, siempre leo críticas procedentes de asociaciones de conductores, partidos políticos y de muchos conductores. Hecho que me deja pasmada, porque pese a que uno tenga la certeza de que algunos radares saltan, aún sin sobrepasar el límite de velocidad, o que hay multas que son consecuencia de un funcionamiento erróneo de los mismos, no puedo entender cómo se puede criticar la labor de una entidad que en último término vela por la seguridad de todos.
El director de la DGT, parece un hombre con bastante sentido común al que le ha tocado ocupar un puesto nada fácil, en un país donde hasta hace muy poco estábamos acostumbrados a tener más de cincuenta muertos en las carreteras cada fin de semana y nadie se preguntaba qué era lo que iba mal.
Teniendo en cuenta que nada podemos hacer para erradicar del planeta al tipo de energúmenos como los que protagonizaban las noticias que mencioné al principio del post, qué menos que intentar echarlos de nuestras carreteras, y si para ello es necesario no sólo retirarles la licencia de conducir, que gracias al funcionamiento del carnet por puntos ya hay unos cuantos desaprensivos sin legitimidad legal para ponerse al volante, si no también, empezar a dar a este tipo de acciones una perspectiva criminal. Porque, ¿qué diferencia hay entre matar a alguien de un tiro o una puñalada y matarla estrellando tu coche en dirección contraria o conduciendo a 180km/h?, ¿qué diferencia hay entre darle una paliza a una persona y dejarla en silla de ruedas como consecuencia de una colisión bajo los efectos de las drogas o el alcohol?. Que este es otro tema, el alcohol. No entiendo por qué existe una tasa máxima permitida. ¿alguien permitiría que le operara un cirujano que tuviera un 0,5 de alcohol en sangre? entonces, ¿por qué consentir que un tío tenga entre sus manos una máquina potencialmente peligrosa que necesita también de todos los reflejos y sistemas de alarma y reacción alerta?, ¿Alguien entendería que su cirujano le contestará: “no se preocupe, todos los días me tomo antes de la operación tres cervezas, estoy acostumbrado”?.
No se me olvida que hay muchos puntos negros en la red de carreteras españolas que deben ser modificados y señalizados, que muchas vías necesitan cuanto antes una reparación, pero todo esto no servirá de nada si no conseguimos la concienciación de la sociedad y llevar la educación vial tanto a colegios como a las autoescuelas. Quizá sea más importante incidir en los peligros y consecuencias que puede acarrear el exceso de velocidad, que aprender a qué distancia se encuentran las luces gálibo y de qué color son. Insisto, este tema me puede.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaj me encanta lo de la tasa minima de alcoholemia y lo del cirujano jajaj Eso es hilar fino.

Pero respecto a lo que dices de los mensajes constantes de la DGT, personalmente entiendo que haya gente a la que le indigne oír año tras año los mismos mensajes de prudencia dirigidos a los conductores mientras qe nunca se menciona la cantidad de accidentes y fallecimientos que tienen lugar en nuestras carreteras muchas veces por el mal estado de éstas. Todos somo conocedores de la existencia de puntos negros a lo largo de la geografía de autopistas y carreteras de nuestro país y el Gobierno también lo sabe. Lo que pasa es que es muy cómodo, a la par que barato, culpar exclusivamente a los conductores de las desgracias que suceden día a día al volante.